Experiencia de Elena Mariscal

Programa de Derecho y Salud Pública
Jueves 19 de octubre de 2017
20:00h

El programa de Salud Pública del ITAM es, sin temor a equivocarme, lo que más me marcó en mis 5 años y medio por mi paso en el Instituto. El programa me dio la oportunidad de concursar en una de las mejores instituciones académicas a nivel mundial en salud pública que es la Universidad de Emory. Además de todas las habilidades más medibles y tangibles que aprendí, tales como: trabajo en equipo; hablar en público; defender la propuesta de mi equipo; trabajar bajo presión; pensar fuera de la caja de manera integral y creativa (pero muy fuera de la caja); conocí a alumnxs de otras generaciones y otras carreras que hoy son grandes amigxs. Fuera de todo lo que el Global Health Case Competition implicó, tuvo un efecto de largo plazo en mí. Para empezar, yo entré a la carrera de Economía y Ciencia Política sin una idea clara de lo que significaba la carrera conjunta. Tras los primeros semestres seguía bastante confundida con respecto al trabajo que una economista y politóloga pudiera desempeñar y me frustraba mucho pensar que sólo iba a poder trabajar en bancos, en partidos políticos, o en temas relacionados con "hacer dinero" (las ideas que uno tiene cuando tiene 20...). Hoy me doy cuenta que fue gracias a ese programa que entendí que la economía y la ciencia política son aplicables y útiles en cualquier circunstancia laboral y personal. Después de mi paso por la televisión financiera y el periodismo, hoy trabajo en una organización de la sociedad civil con un firme propósito y misión de ayudar, cuestión que probablemente no hubiera descubierto sino es por el programa de Salud Pública. Sin haber pasado por el programa de salud probablemente nunca hubiera escrito dos tesis sobre obesidad, ni hubiera encontrado otra rama con la cual relacionar el estudio de la economía y la ciencia política. A tres años de haber terminado el ITAM, sé que ingresar en el programa de Salud fue de las experiencias más ricas, en el amplio sentido de la palabra, en mi paso por el ITAM.